No podemos evitar que haya viento, pero podemos hacer molinos
Toda época de crisis es un tiempo de reflexión. Dejamos de estar preocupados por dónde nos vamos a ir de vacaciones para replantearnos nuestros esquemas de las cosas.
En momentos en los que los mayores defensores del capitalismo nacionalizan bancos o en los que todos miramos hacia nuestras columnas para ver si son firmes, es cuando podemos aprender lecciones que ya deberíamos saber. Porque quizá es verdad que sólo se aprende de los errores.
Para mí, esta crisis era necesaria. El crecimiento basado en especulación de los últimos años no era positivo para la economía. Las ganancias deben estar basadas en aumentos productivos y no en aire.
Lo triste es que el futuro volverá a traer más crisis provocadas por exceso de especulación. Es más fuerte la tentación del cortoplacismo y la ganancia egoista que la construcción económica con beneficio social. Así somos.